23 de diciembre de 2012

          La vida nos sorprende con duda, con aciertos, y errores, a veces mas de la cuenta. Pasamos por momentos durante los cuales nos introduciríamos en una burbuja que nos hiciera ser transparentes. Y es que durante esos momentos lo queremos todo, pero no tenemos nada, sabemos exactamente cuanto podemos pedir, pero siempre queremos mas y duele.

          Durante esos momentos nos sentimos desorientados, extraviados y sobretodo olvidados. Y pagaríamos lo que fuese,  haríamos lo que se nos pidiese para que ese momento se liquidara.

          Comienza siendo una distancia a lo largo del tiempo, pero una distancia de dos calles, no mas.
Y esa tan mínima distancia se convierte en la mayor lejanía que has sentido jamás. A veces sientes que puedes hasta tocarle, y al mismo tiempo sientes que sale corriendo, es imposible alcanzarle, porque siempre ha sido mas fuerte que tu. Mas fuerte, mas frío, mas alejado, y la envidia me rebasa. 

          La vida nos sorprende arrebatándonos lo que mas deseamos, o quizás no es la vida, sino aquello que deseamos, desaparece por voluntad propia, por el simple hecho de querer hacerlo.
Deseamos y el deseo no se olvida, jamás se desvanece, pero, ¿ y si el deseo quiere marcharse?
Tantas preguntas sin respuesta, tantas opciones, y da igual cuantas opciones tengamos delante de nuestras narices, por que tu solo deseas una, la opción perfecta. 

          Yo no busco dinero, no busco coches caros, no busco una casa grande, busco la perfección, que no es sino aquel deseo escondido tras esas dos calles de distancia, son cinco minutos, es una parada de metro. Pero esa distancia se convierte en infinita, cuando es el propio deseo el que huye de mi.

          Intentas proponerte olvidar el deseo, solo se te ocurre esta genial idea durante un segundo a la semana, el resto del tiempo decides luchar, o hacer algo parecido, porque... ¿qué significa luchar? 
Otra pregunta sin respuesta que nos envuelve en esta mañana de domingo soleado.
La vida te sorprende regalándote situaciones en la que no tienes otra opción que sufrirlas, por que lo que parece ser feliz a corto plazo viene acompañado de un largo arrepentimiento en un futuro. 

          Supongo que la respuesta a todo, y mejor dicho, no lo supongo, estoy segura! que la mejor opción para esta situación es dejar que la vida fluya, dejarse llevar, y eso conlleva errores, pero también aciertos, y hay que arriesgar para acertar, la vida no es mas que un conjunto de sueños, deseos  y ganas. La vida no es mas que magia introducida en una caja, una caja de tamaño infinito.

          Una caja que sueña con abrirse algún día.

21 de diciembre de 2012

          El fin del mundo no tiene por que apreciarse. A veces el fin del mundo sucede a un nivel individual, por tanto nadie se percata de que está ocurriendo realmente.
          Solo son capaces de ver fisuras a su alrededor, pero no observan lo que ocurre por dentro.
A veces el fin del mundo es un lunes, otra veces es el sábado, no tiene por que ser hoy día 21 de diciembre. Hay mas finales del mundo de los que creemos.

          Lo cierto es que duele ver como tu mundo acaba, se convierte en una fina capa de cemento  que cuando se seca por completo es tan dura como cabezota.
          Y duele saber que es el fin, duele experimentarlo de manera consciente, pero esto es la máxima definición de la vida. Unos días te conviertes en hielo, otros días te transformas en nubes, y por supuesto en capas de cemento.
          Todo el mundo empieza a hablar, te aconseja de como salir de esa cárcel, pero no escuchas, no haces caso puesto que tienes la cabeza arraigada en un conjunto de ideas tóxicas.
          Tus ideas no funcionan pero entonces es demasiado tarde, y justo en ese instante el fin del mundo se acerca, ya huele a caja desembalada, huele a esas ultimas páginas de tu libro favorito, huele a esa escultura rota del salón. 

          Y si, es en este instante cuando el fin del mundo explota dentro de ti. 

19 de diciembre de 2012


          Quiero creer que no es real, cierto, verdadero, palpable.., cada vez que salgo de aquel lugar. Solo es necesario escuchar mi nombre para que tenga que marcharme.

          Es allí donde todo es posible, donde todo se hace realidad, donde la vida transcurre sin pausa. Es allí donde la vida nace con una banda sonora incrustada, melodías mágicas que nos escoltan en cada pensamiento. Melodías que se derraman mas allá de nuestros poros...

          Quedamos impregnados de esos sonidos en cada zancada que damos, en cada respiración. Se introducen y no salen jamás, se convierten en aire.

          Es allí donde las ganas, sueños y deseos se rehacen, se duplican, se intensifican en la enormidad. Es allí donde se recompensan las sonrisas, por que son el bien mas valioso. Es allí donde las pompas de jabón aparecen agitadas por la inercia.
       
          La vida parece tener secretos acerca de su mejor escondite, solo enseña aquello que queremos ver, pero no nos percatamos de la realidad, de la presencia, de "algos" ocultos y escondidos, algos desconocidos, pero increíblemente fascinantes.

          Es justo allí donde quiero estar.

Aimee Mann - Save Me

18 de diciembre de 2012


          En ocasiones somos nosotros los locos, o los cuerdos, nunca se sabe, solo actuamos de acuerdo a unos patrones, actuamos de acuerdo a un fin, no hacemos las cosas sin mas, sino por que algo nos ha llevado y conducido hacia ellas.
          Pero a veces la vida te dirige, te guía, hacia las mismas cosas una y otra vez. Y entonces te percatas de que quizás esas cosas están destinadas a estar en tu vida. Alomejor está escrito. (Maktub)

          Todo es una rueda viciosa, una rueda que se alimenta de sí misma constantemente, tiene forma de un ocho tumbado y viene a decir que la vida te cruza, te junta y te separa de ciertas cosas.

          A veces sabemos que aquello que hemos dejado atrás es porque así tenía que ser, y no lo volvemos a ver porque la vida te facilita ese camino, porque ese algo tenía que acabarse, tenía que desaparecer, y estamos seguros de ello.
          Otras veces dejamos atrás algo que la vida nos coloca en nuestro camino continuamente, como si nos lo recordara, que ahí está, y nos empeñamos en alejarnos, sin entender que quizás ese algo deba estar en nuestra vida.

          Tantas incroguencias nos sobrepasan, en lugar de dejarnos llevar. Leamos el lenguaje de la vida! el idioma de la magia! es difícil si, pero es capaz de enseñarnos a vivir de acuerdo a lo que sentimos.

          Vivir con esa parte de nosotros que solo es capaz de sacar la parte mágica de una canción.

          Sensaciones que confunden el olor con el perfume, y confunden la oscuridad y la falta de luz, sensaciones que apenas nos permiten andar, respirar, que nos anclan en unas cadenas de la desesperación, cadenas con vistas al vacío siniestro que nos supone.

          Anclados en la incroguencia de la vida, en el no saber que hacer, donde ir, y como hacer las cosas.
Anclados en la inestabilidad, en la enormidad.
Sensaciones que producen cambios inexplicables, alterados por un causa apenas perceptible pero llamativa a su vez.

          Sensaciones que cambian tu vida para siempre.

17 de diciembre de 2012

          Todos tenemos una persona que nos llena, nos completa, de hecho a veces por muy agradable y atractivo que parezca estar solos, por muy libres que nos sintamos, por muy desahogados que estemos, siempre necesitamos a nuestra persona, podemos estar meses, incluso años solos o compartiendo la vida con otras personas, pero con el tiempo te vas dando cuenta de que la necesitas para vivir, por que esa persona es una, y no vas a encontrar otra igual.

          Esa persona provoca en ti sensaciones que nadie jamás te ha hecho sentir, te ha enseñado cosas inimaginables que nadie podría explicar, esa persona saca lo peor y lo mejor de ti, actúa como la magia. Sabes perfectamente que es única, singular, extraordinaria, especial, y no sabes por qué, solo lo sientes así. Las personas mágicas solo pueden estar con otras personas mágicas, por eso hay tanta gente sola.

Y cuando la encuentras tu vida cambia. El problema es si pierdes a esa persona, si la pierdes para siempre, y sientes que te han arrancado la mitad del cuerpo, porque formaba parte de ti, de tu ser, y ahora ya no está.  Entonces, ¿que se hace?

          Unos luchan por volver a tenerla con ellos, otros, los cobardes, se conforman con haberla perdido y esperan encontrar en un futuro a alguien lo mas parecido a ella.  No se sabe que opción es la correcta, lo que sí se sabe, es la opción que viene acompañada de un largo e insoportable arrepentimiento.
          Ya no queda nada de lo que había antes. Todo se ha dado la vuelta. Caminando por la calle se pueden apreciar las pisadas en el cielo, y los pájaros volando por el suelo. Algún día tenía que ocurrir.

          Todo el tiempo se paraliza y se convierte en nada. Ya no vivimos de acuerdo a un reloj, vivimos para sobrevivir. Salimos con lo puesto, sin ilusión.

          Las calles, los árboles, los coches, los semáforos, el césped, las personas... todo se vuelve de color blanco y negro.

          Estaba segura de que ocurriría.
          Aquel buzón encantado en el medio de la calle, un buzón mágico que abre todas las expectativas posibles, y que juega con nuestros sentidos de una manera inimaginable, pero también hace daño, solo a veces.

          Reclama sinceridad y sosiego, pero produce agonía e inquietud. Proporciona esperanza pero te roba la energía, y te envuelve en una densa y espesa masa, de la que no es posible escapar.

          Ese buzón abierto las veinticuatro horas, disponible para todos, pero solo avistado por algunos. Te quita las ganas de todo y te regala la mejor sensación que pueda experimentarse. Pero no todo son llantos si se consigue pasar de largo, siendo fuerte y fugaz se puede evitar. Solo así claro.

          Que difícil es todo cuando falta esa penúltima causa, aquella que tiene forma de ocho tumbado, forma de inmortalidad, de eterno retorno.  El impulso o empujón que nos mueve y conduce por cada sitio al que vamos. Debería estar prohibido el hecho de engañarnos a nosotros mismos creyendo que el buzón nos responderá. Seamos realistas por favor. Solo así se sobrevive.

          La ignorancia nos domina.
          Hormigueos en los dedos, en los hombros, en la nuca, en el pecho, hormigueos que no dejan vivir, que molestan pero que no podemos hacer nada para que desaparezcan.

          Ya no se siente esa esperanza, esa angustia, ya se acaban las ganas de empezar, solo se huelen las despedidas, y la frustración que eso provoca cuando no es lo que quieres que ocurra.
Ya no se entienden las mañanas, solo salen a la luz las noches, a través de una pluma y el papel.
Ya no saben como antes los despertares, ni los días pasados por agua. Y es que ya no tienen el mismo color.

          No se tocan las ilusiones, ni la agonía, ambas se vuelven insípidas, se convierten en un trozo de cartón.

          Ya no se sirven las noticias, solo se anuncian. Se ha perdido el significado de algunos verbos, y la vida se hace mas pequeña.
El mundo se convierte en una red de cinco carreteras, y los coches solo tienen un asiento.
Aparecen nubes marrones para avisarnos de lo que va a suceder. 
Ya no se siente, no se toca, no se escucha, no se ve.

Y es que ahora todo es distinto.

16 de diciembre de 2012

          Estallar de impotencia por el hecho de haber nacido en un mundo en el que existe un verbo maldito o mejor dicho, tóxico. El verbo esperar.

          Esperar, ¿para que? ¿para morir cada día de impaciencia? Nuestro mundo, nuestra vida, tal y como la conocemos, nuestra rutina, madrugar, estudiar, trabajar, ver a nuestra gente...etc, puede acabarse en cualquier momento, y puede que no vuelvas a hacer nada de lo que hacías antes, o simplemente puede que no existas.

          Nuestra vida puede acabarse de un momento a otro. Y nosotros elegimos esperar... no lo entiendo. Eso solo lleva consigo una larga y pesada carga de arrepentimiento. Una carga que a veces pesa mas que nosotros.
En lugar de vivir a base de pasiones, de impulsos, y no dar millones de vueltas a casa cosa que hacemos. Y eso que dicen que somos libres. Me da la risa...

         Si esperas, te arrepientes, si te arrepientes no eres feliz, y por tanto no estás bien, tu vida no es plena, y entras en la típica rueda de limitaciones de siempre, y en la que todos caemos.
El mundo no está hecho para limitaciones, ni para pensar cada cosa que hacemos, está hecho para vivirlo, para dejarse llevar.

         Y cuando somos conscientes de esto, y vivimos de acuerdo a esta filosofía, solo entonces nuestra vida se convierte en el numero ocho, el numero del eterno retorno, un número sin principio ni fin, como la vida misma.


           Un segundo es el tiempo justo que tardas en sonreír, es el tiempo suficiente para fabricar emociones. Es justo lo que tardas en darte la vuelta para no olvidarte jamás de aquello y mirarlo por ultima vez. Es el tiempo justo y necesario para que nuestras neuronas produzcan emociones y sensaciones. Un segundo es el tiempo necesario para fabricar deseos, para liberarte, para salir.

Solo hay que esperar un segundo. Y todo cambiará.

14 de diciembre de 2012

          Son sensaciones a las que el cuerpo se ha acostumbrado de tal manera que no es capaz de vivir sin ellas. Es como dejar de fumar de golpe, decir, "a partir de hoy no vuelvo a fumar un cigarro", cuando llevas dos años fumando día si, día también.

          El cuerpo se convierte en algo totalmente desconocido, se empieza por estar triste, simplemente estar triste, que fácil suena decirlo.
Pero acabas teniendo síntomas físicos y no precisamente dolor, no un dolor cualquiera, dolor por dentro, un dolor casi insoportable con el que tienes que vivir todos los días, menos mal que todos nos habituamos incluso a la peor situación, si esta se repite continuamente nuestra respuesta disminuye, nos acostumbramos al dolor, nos acostumbramos a sufrir.
Y cuando estas justo en ese punto, el cuerpo cambia, y es que realmente el cuerpo te lo pide. Y cuando estas cerca y hueles la cercanía, puedes verle de lejos, sientes frío, calor, incluso temblores, que nose muy bien a santo de que se producen esos temblores..

          Y es que es cierto, es verdad! si existe algo que llegue a convertirse en nuestro punto débil. Pero claro, eso no lo sabemos hasta que no lo perdemos (ley de vida).
Y es cierto, que todos lo tenemos.
Y tienes la sensación continua de necesitarlo, de querer estar cerca. Pero no puedes, por que se supone que alguien dice que hay que olvidarlo.
¿Perdona? olvidar algo que fíjaos lo importante que puede llegar a ser, que se ha convertido en mi punto débil, ¿olvidarlo? Me niego rotundamente.
Si mi cuerpo lo necesita tanto, sera por algo, y si mi cuerpo no puede vivir sin tenerlo cerca, será por algo.

          Me niego, me opongo a olvidarme de algo por lo que daría todo cuanto tengo.
Y es que además de esas hormonas del apego que hacen que queramos a los demás y nos enamoremos, hay algo más, algo que solo se puede sentir, una conexión especial, y yo tengo esa conexión especial. No todo es química, no todo son hormonas.
Seguiré teniendo mi punto débil, no pienso superarlo.
Solo esperaré a poder tenerlo junto a mi.
La espera valdrá la pena.
No me rendiré.
          Día a día voy matando toda esperanza posible de olvidar. Por que cada vez resulta mas difícil sacar de la cabeza algunos de los millones de pensamientos e ideas que rondan por ahí arriba.
El tiempo es la única herramienta que podemos coger con fuerza, y mas nos vale que lo cojamos con fuerza, para olvidar.
Pero que ocurre cuando no quieres olvidar? Tu vida entra en una espiral de limitaciones, no vives, porque no olvidas, no olvidas por que no quieres hacerlo realmente.
Tengo el problema y el gran impulso, de no saber perder, por que no quiero perder, y menos ahora.
No me rindo aunque sea casi imposible.

Ahora mismo elijo no olvidar, y me atengo a las consecuencias.

13 de diciembre de 2012

          Alejarnos de lo que queremos, olvidar, espantar pensamientos del fondo de nuestro ser, rechazar, buscar, escoger, salir corriendo, o mejor volando, tropezarse, volver a tropezarse, caer, pero levantarte, llorar, sonreír, y sonreír otra vez, saludar pero despedirse rápidamente, no recordar, anhelar, disfrutar, controlar, dejarse llevar, desear, conformarse, ¿o no?, mentir, pero decir la verdad, volver, salir, entrar, observar lo de dentro, solo lo de dentro, acabar, pero empezar de nuevo, permanecer, estallar de esperanza, rendirte, sentirte impotente, llenarte de orgullo, salir a bailar, mejorar, progresar, no madurar, solo a veces, prestar atención, querer, idolatrar, vivir..morir.   

11 de diciembre de 2012

       

           Sonidos que estremecen, que hacen vibrar desde dentro, que alteran y transforman el umbral del placer, que entran y se alojan en una especie de caja que tenemos dentro de nosotros, una caja que guarda hasta el mas sincero y extraordinario secreto.

          Sonidos que se mezclan en un vacío, expandiéndose formando una onda que llega hasta nuestro cerebro.

          Sonidos que transforman el estado de ánimo en una masa suntuosa manejable, no por nosotros sino por cada nota musical, que nos controla durante unos segundos, exactamente los segundos que dura la parte mágica de la canción. 

          Sonidos que rompen con las ideas, con los pensamientos, con los sentimientos, creando un término nuevo, relacionado con la magia y la serendipia. 

          Sonidos que te recuerdan quien eres realmente.

4 de diciembre de 2012

          Alomejor estaba todo claro, o quizás es una mera casualidad, ojala no lo fuera, pero, lo que si es cierto  es que es todo muy raro, inestable, a veces transparente, a veces opaco, a veces contento y otras enfadado, no sabe como actuar porque no es capaz de adaptarse a una simple situación, o conversación, algunos dirían que es una locura y otros que es normal, y ¿quien sabe?, nunca se sabrá.

          Y hablo del deseo, en todos sus significados. Porque todos tenemos deseos pero nadie se para a reflexionar como cumplirlos, como acercarse a ellos, y es que nuestra lista mágica se oxida si no somos fieles a esos deseos, sino vivimos de acuerdo a esa historia personal que nos define, esa historia que traemos todos en el momento de nacer, una historia personal que nos acompañará hasta el día que la vivamos.

          Dejemos de lado esos esquemas, esas normas estúpidas y absurdas basadas en el miedo, y centrémonos en nuestras tentaciones, en el hambre por vivir, por comernos el mundo con nuestros ojos, basémonos en lo que realmente es la vida, VIVIR.

          Vivir una historia única.
          Siempre hacemos lo que nos conviene a pesar de que tengamos que pasar por encima de alguien, nos da igual, ni siquiera nos paramos a pensarlo, pero siempre actuamos de acuerdo a unos esquemas que se encuentran tan en el fondo de nuestro cerebro que es prácticamente imposible cambiarlos.
Criticamos lo que nosotros mismos hacemos, porque siempre es fácil verlo en los demás, fuera de nosotros, pero nunca admitimos ni reconocemos nuestros fallos, nuestros errores, esos que nos hacen separarnos del resto de personas.

          A veces nos preguntamos ¿qué he hecho yo?, y si solo nos dedicamos a echar balones fuera y buscar culpables puede que nunca sepamos la respuesta.

2 de diciembre de 2012

          "Y si.."son tres letras muy frágiles y sencillas a primera vista pero en realidad tienen tantos significados como queramos imaginar, el "y si.." es la máxima representación de la duda, del no saber que hacer, de las hipótesis, que si, han ayudado mucho, pero a veces me gustaría que desaparecieran las hipótesis o que las enviaran a otro mundo.

          Pero seamos realistas, nos pasamos la mayor parte del día, vamos a poner un 70% pensando de acuerdo al "y si..", y ya no quiero ni imaginar el tiempo que pasamos de nuestra vida dudando de esta manera, esto significa que no estamos seguros ni siquiera de la mitad de nuestros actos, y eso evidentemente aunque nos cueste reconocerlo conscientemente nuestro querido inconsciente si lo hace y actúa provocándonos mas duda, y nosotros seguimos sin darnos cuenta, sin actuar y seguimos quejándonos.
Cuando nos inunda un sentimiento que no controlamos debemos parar y decir "basta" porque de lo contrario ese sentimiento se inflará cual globo que no aguanta su gran tamaño y explota convirtiéndose en lo que era al principio, nada.

6 de noviembre de 2012

          No es necesario introducirte en una película de príncipes y princesas de reinos encantados para que exista una final feliz aquí, en este mundo.

          Los finales felices existen pero no los podemos ver, y es que la magia que convive con nosotros no se trata de la misma magia que habita en esos reinos.
Es una magia mas real aunque menos visible, mas ácida pero a la vez exquisita, es una amiga diferente y que solo unas pocas personas en este mundo son capaces de percibirla.

          Estamos ciegos y ansiosos por ver lo único que podemos tocar, solo creemos que existe aquello que tenemos delante de nosotros, no somos conscientes de que hay "algos" que se esconden en lo más profundo de nosotros.

A veces un final triste resulta ser el principio de otra historia mágica que quizás tenga un final feliz.

1 de noviembre de 2012

          Creo que sí, que todo es posible, que todo hay que desearlo, hay que imaginarse una batidora en la que introducimos todas nuestras ganas, sueños y deseos, porque la mezcla de estos componentes constituye lo que realmente somos cada uno de nosotros, trozos de magia desperdigados por el mundo...

          Y los que no ven esto es porque han metido en su batidora demasiada ignorancia y quizás orgullo, lo que no les deja ver mas allá, porque alomejor no quieren tener sueños, los esconden en lo mas profundo de ellos mismos, como si se pudiese vivir sin ellos, no entienden que para acabar con algo que no nos gusta no vale con esconderlo, porque un día de repente aparecerá, hay que pegar cada trocito con el pegamento del olvido y de la aceptación y dejarlo ir.

Que algo no se vea no quiere decir que no esté delante de ti.
   

          Ojalá todas las personas tuviésemos un trozo de este vídeo dentro de nosotros, y fuésemos capaces de observar y sobretodo de valorar esos pequeños detalles.

          Porque las cosas menos importantes y a primera vista inútiles e insignificantes resultan ser las cosas mas importantes de esta vida, cosas que al fin y al cabo dejan de ser cosas en algún momento.

26 de octubre de 2012

          Todos nos hemos preguntado alguna vez, que significa ser feliz, que es la felicidad. Y en realidad nadie sabe contestar, y nadie suele estar de acuerdo, algunos dicen que es una emoción que sientes en un momento concreto, como cuando recibes un regalo que tanto esperabas o te dan una sorpresa, otros en cambio dicen que la felicidad es un estado continuo, que o eres feliz o no lo eres.

          Pues bien, yo creo que la felicidad aparece en mayor medida en ciertas situaciones, como cuando conseguimos ese objetivo por el que tanto hemos luchado, y también es un estado, dependiendo de tu vida, algunos son mas felices que otros y de esto no hay debate, creo que está claro.
Pero yo añadiría algo, y es que la felicidad es una forma de vida, siempre está dentro de nosotros pero algunas personas sin darse cuenta, la esconden hasta llegar a no sentirla, no lo hacen a propósito, ni tampoco significa que sean mas débiles ni menos fuertes, hay que tener en cuenta siempre que todos y cada uno de nosotros respondemos de manera diferente a una misma situación.
Otras personas fingen ser felices, fingen ser fuerte, porque quizás estén rodeados de ciertas carencias que no les permiten ver mas allá.
 Y por último están las persona que buscan la felicidad, la buscan en cada rincón, en cada aspecto de su vida, en cada situación, intentar sacar algo bueno de incluso la peor experiencia que pueda ocurrirles.

          Como he dicho la felicidad es una forma de vida, igual que el deporte es una forma de vida, o incluso la religión, independientemente de nuestras creencias y religiones, todos deberíamos ser felices, o al menos buscar la felicidad, hay que dejar aparte ciertos esquemas que tenemos grabados en nuestra mente y meter unos nuevos, en este caso, la idea de ser felices, a pesar de los problemas que nos rodean, que no van a desaparecer, pero dependiendo del color con el que miremos al problema y la importancia que le demos, serán mas o menos graves, todo depende de nosotros y de lo que queramos en nuestras vidas, tenemos que aprender a jugar con esos problemas que no son mas que balones que nos lanzan sin verlos venir, al principio esos balones te darán en la cara y te dolerá  pero con el tiempo aprenderás a esquivarlos.

Todo en esta vida requiere paciencia y sobre todo, mucha voluntad.


Y hacía mucho tiempo que, pero vuelvo a estar, y he aprendido una nueva forma de mirar el mundo en todo este tiempo que a pesar de todas las...