6 de noviembre de 2012

          No es necesario introducirte en una película de príncipes y princesas de reinos encantados para que exista una final feliz aquí, en este mundo.

          Los finales felices existen pero no los podemos ver, y es que la magia que convive con nosotros no se trata de la misma magia que habita en esos reinos.
Es una magia mas real aunque menos visible, mas ácida pero a la vez exquisita, es una amiga diferente y que solo unas pocas personas en este mundo son capaces de percibirla.

          Estamos ciegos y ansiosos por ver lo único que podemos tocar, solo creemos que existe aquello que tenemos delante de nosotros, no somos conscientes de que hay "algos" que se esconden en lo más profundo de nosotros.

A veces un final triste resulta ser el principio de otra historia mágica que quizás tenga un final feliz.

1 de noviembre de 2012

          Creo que sí, que todo es posible, que todo hay que desearlo, hay que imaginarse una batidora en la que introducimos todas nuestras ganas, sueños y deseos, porque la mezcla de estos componentes constituye lo que realmente somos cada uno de nosotros, trozos de magia desperdigados por el mundo...

          Y los que no ven esto es porque han metido en su batidora demasiada ignorancia y quizás orgullo, lo que no les deja ver mas allá, porque alomejor no quieren tener sueños, los esconden en lo mas profundo de ellos mismos, como si se pudiese vivir sin ellos, no entienden que para acabar con algo que no nos gusta no vale con esconderlo, porque un día de repente aparecerá, hay que pegar cada trocito con el pegamento del olvido y de la aceptación y dejarlo ir.

Que algo no se vea no quiere decir que no esté delante de ti.
   

          Ojalá todas las personas tuviésemos un trozo de este vídeo dentro de nosotros, y fuésemos capaces de observar y sobretodo de valorar esos pequeños detalles.

          Porque las cosas menos importantes y a primera vista inútiles e insignificantes resultan ser las cosas mas importantes de esta vida, cosas que al fin y al cabo dejan de ser cosas en algún momento.

Y hacía mucho tiempo que, pero vuelvo a estar, y he aprendido una nueva forma de mirar el mundo en todo este tiempo que a pesar de todas las...