24 de abril de 2013

          Me esfuerzo en cortaros la supuesta libertad que os regalo dependiendo de la cantidad de dosis que tengáis de mi ser. Y tan solo por que me gusta limitaros con barreras de juguete, sentir vuestra presión constante por que a veces vuestro trabajo es inútil y eso os regala frustraciones sentidas con bipolaridad.

          Tampoco entiendo que no os percatéis de mi útil existencia aunque quien sabe, por que en realidad no soy mas que un invento nacido de una idea y esta, ¿nacida de una necesidad?
          Cada día me cuestiono mi infinita vida basada en dejarme llevar, observar y utilizar por unos siete mil millones de personas aproximadamente sin recibir nada a cambio por que no existo, solo formo parte de una especie de mundo interior creado en la imaginación de cada uno de vosotros desde que pisáis por primera vez este mundo.
          ¿Y mi función?, ¿el sentido de mi vida? es ayudaros, pero con dosis de maldad que os hacen la vida un poco mas complicada.
          Me contradigo continuamente, y es por que cada segundo que pasa maduro un poco más, es mi forma de vida, así me crearon, así seguiré.

Firmado, El Tiempo.

23 de abril de 2013



          Perderse entre los misteriosos huecos que dejan las palabras, a veces esos huecos dicen más que muchas frases prolongadas en el tiempo.

22 de abril de 2013

          "Cuando alguien busca, fácilmente puede ocurrir que su ojo sólo se fije en lo que busca; pero como no lo halla, tampoco deja entrar en su ser otra cosa, ya que únicamente piensa en lo que busca, tiene un fin y está obsesionado con esa meta. Buscar significa tener un objetivo. Encontrar, sin embargo, significa estar libre, abierto, no necesitar ningún fin. Tú, venerable, quizás eres realmente uno que busca, pues persiguiendo tu objetivo, no ves muchas cosas que están a la vista."

Siddharta, Herman Hesse. Ed. Club Bruguera Nº38, pag 162

17 de abril de 2013

          Actuando como mejor sabemos, dejando de lado compromisos a medio hacer, situando nuestro centro de atención en únicamente algo abstracto, que no nos aporta nada mas que dudas porque en eso consiste la función de nuestra mente, dar la vuelta a las cosas del tal manera que no las logremos entender, y cuando estamos a un instante de conseguirlo, de comprender que ocurre ahí arriba, actúa como mejor sabe y cambia de posición, provocando un atisbo de luz que apenas dura los diez segundos, tiempo necesario para reaccionar ante un estímulo como ese "algo abstracto".
Demasiadas perpendicularidades en este lugar, en el que todo da vueltas, todo cambia continuamente, pero entonces, ¿por qué tememos tanto al cambio?

          Si el cambio es necesario, desde que nacemos cambiamos hasta el día final, nos cambian las manos, los pies, el pelo crece, la cara cambia, y nosotros maduramos, aunque a veces de una manera un tanto contraproducente, pero en realidad no dejamos de madurar.

          Se producen cambios constantes en nuestra vida, cambios que nos dan miedo, porque lo desconocido es algo raro, extraño, algo que no podemos controlar, y ya que somos una especie de seres vivientes ansiosos por controlar todo cuanto pasa a nuestro alrededor, el hecho de que haya algo desconocido cerca de nosotros, amenazando nuestro espacio, nuestra zona de confort, pues es evidente, tenemos miedo.

          Pero podemos hacer una especie de "click" apretar el botón de la curiosidad en nuestra mente, y tener ganas de conocer ese "algo" abstracto desconocido, ese algo que no podemos controlar, quizás por un tiempo nos controle a nosotros pero cuando ese cambio se convierta en una actitud presente que conozcamos y nos sea familiar podremos actuar por encima de él. Lo que suele faltar en estos casos es otro "algo" que nos cuesta mucho sacar siempre, y que además nos enfada sacar, seamos sinceros, la paciencia.
           La paciencia duele, solo a veces, pero si conseguimos sacarla en el momento adecuado, el resultado puede ser magnífico, y esa paciencia es la que necesitamos cuando ocurre algo en nuestra vida, que no nos convence, algo que nos hace sentir incómodos, infelices. Ya que esa paciencia nos ayuda a esperar a conocer bien ese cambio y lograr con el tiempo transformarlo en lo que verdaderamente deseamos cambiar.

          Este es uno de los manuales sencillos y bastante resumido de la forma en que podemos cambiar una actitud en nuestra vida, porque nuestras actitudes cambian, seguirán un patrón común todas ellas, un patrón que depende de nuestra personalidad, pero cambian con el tiempo, y con nuestras experiencias, por ello si hay alguna actitud que nos haga infelices, tomemos esa paciencia que todos tenemos escondida y actuemos como mejor sabemos.

          Es increíble la forma en que podemos transformarnos en la persona que queramos ser, solo hacen falta dosis de ganas, sueños y deseos que engloban al resto.

14 de abril de 2013

          Todas las canciones se convierten en pretextos, en excusas cuando lo que verdaderamente deseas es huir, salir de esa eterna burbuja atada a un mundo de rutina y superstición.
          Esas canciones entran y explotan formando una onda circular de pensamientos rotatorios que a menudo dejan mucho que desear, pero en realidad no siempre importa el contenido del pensamiento sino la forma en que aparece, por que se origina gracias a cientos de mecanismos mágicos en alguna parte del cuerpo en la que se encuentra nuestra parte inmortal, infinita, esa parte que nadie nos puede robar.

          Podríamos cambiar nuestra manera de pensar, creando un mundo imaginario en el que colocásemos todas las cosas buenas que deseáramos, esas cosas que nos hacen felices... podríamos ser dioses durante unos instantes.
          Con nuestra imaginación actuando como si fuera una varita mágica seríamos capaces de escaparnos a ese lugar siempre que quisiéramos, sin avisar a nadie, y convertir ese mundo en nuestra coraza, nuestra fortaleza, un lugar que nadie podrá destrozar.

          Al principio puede resultar extraño, y mucha gente, la mayoría no lo entenderá, pero poco a poco irás formando cada vez mas parte de ese lugar, llegando incluso a completarte como persona. Podremos adornarlo como queramos, tener la casa que queramos, y tener el mundo tan grande como deseemos y allí podremos ser como realmente queremos ser, cambiando esas partes de nosotros que odiamos, y después intentar ser mejores.

          Puede que haya ocasiones en las que nos confundamos entre el mundo real y nuestro mundo creado, pero, ¿qué mundo es más real que un mundo creado a partir de nuestra imaginación? si los propios pensamientos son los que nos forman como personas, y nos hacen ser lo que somos ahora mismo, ¿y si, nuestro mundo imaginario fuese mas real que el otro mundo? o, ¿y si, los dos formaran parte del mismo mundo?

          Una cosa está clara, y es que cuando creemos verdaderamente en algo, ese "algo" se convierte en una realidad. No importa cuan imposible parezca en un principio esa idea, por que si nosotros creemos en ella, tomará vida propia, convirtiéndose en un "algo" de verdad.

12 de abril de 2013


   Canciones que hacen vibrar los poros del cuerpo, entrometiéndose hasta el fondo de nuestro pensamiento, creando pequeñas explosiones que amenazan a nuestras emociones.

11 de abril de 2013


       Si lográsemos permanecer en esa línea entre tiempos sin temor a olvidar aquellas anécdotas que nos construyen y fabrican nuestro yo, si fuésemos capaces de querer ser capaces incluso de intentar servirnos de ejemplo, y espantar la complejidad en la que nos sumergimos a medida que crecemos, y evitar señalarnos con el dedo justiciero regalándonos mas culpa de la que podemos en ocasiones soportar.
          Si lográsemos añadir mas sencillez a nuestros actos causando pequeños clímax de placer a nuestro cerebro siguiendo un patrón de causa y efecto, y porqué no amenazar a nuestros trastornos y así originar masacres de sentimientos elevados a la novena potencia.
Si lo lográsemos, entonces el fin del mundo se vengaría de nosotros.
          Llegar hasta un punto escondido bajo un matojo de ideas circunstanciales haciéndose pasar por varias y astutas conversaciones y discursos que no van a ninguna parte, solo de esta manera se consigue pensar con claridad, huyendo de esa palabrería pretenciosa y superficial.
          Con lo fácil que resulta concentrarse y conocer la áspera realidad, y digo áspera porque cada vez es mas sensible a nuestro tacto gracias a aquellos que lo hacen posible cada día borrando poco a poco las esperanzas de otros.
          Palabrería condicionada por una serie de élites que desde el pico mas alto del mundo nos gobiernan tratándonos como pequeños e indefensos seres, y tan indefensos porque, ¿cual es nuestro papel? ¿sentarnos a esperar como empieza a oler a quemado incluso quemarnos y no poder decir absolutamente nada? 
          Por suerte existen dos tipos de personas, los que no ven y los que no quieren ver o por decirlo de otra manera que personalmente prefiero, los ignorantes y los menos ignorantes, cada cual ya sabe a que grupo pertenece.
          Pero mas ignorantes son los de arriba que nos minusvaloran y no imaginan lo que somos capaces de hacer.


Un camino distinto al que debería seguir.

          Confusiones a menudo equivocadas por culpa de un conjunto de diminutas colecciones de recuerdos que expandiéndose forman una masa espesa de olores desconocidos que pretenden demasiado aunque poco es lo que consiguen gracias a esa pieza invisible de magia conseguida a partir de una especie de azar que actúa erróneamente porque cada vez es mas vago con el mérito que le sigue por conseguir hechos inimaginables y descabellados que todo ser viviente observa con envidia porque que sino iba a mover el mundo y las relaciones sino este logro psicológico tan abundante en nuestros cerebros y que nos reconcome con tanta pasión e impaciencia.
          Existe la seria necesidad de una realidad discreta. Demasiados sentimientos albergados en una pequeña zona del cuerpo, y escondidos en el último rincón de la humanidad.
          ¿Los sacaremos algún día?
          Resulta que lo mas sencillo lo transformamos en complicado, enrevesar las dudas, las palabras… lo enrollamos todo de manera que parezca prácticamente imposible de arreglar, porque nos gusta decir que estamos mal, que sufrimos, que la vida es injusta…
          Anudamos cadenas deshilachadas repletas de preocupación por problemas realmente insignificantes que inundan un paraíso imaginario que solo existe en nuestra cabeza, y le damos tanta importancia que nos rebasa. 
          Si consiguiéramos ablandar esa gruesa banda que nos ciega y así poder ver las cosas de su color natural, tal y como son.
          Si aprendiésemos a mirar fijamente los ojos de la sencillez.
          Esta fina capa de situaciones raras a la que llamamos vida no es mas que un diminuto pedazo de mundo que tenemos el gran privilegio de aprovechar y por supuesto de disfrutar.
          Eso si, cada uno a su manera.



Mi otro yo laminado.

Y hacía mucho tiempo que, pero vuelvo a estar, y he aprendido una nueva forma de mirar el mundo en todo este tiempo que a pesar de todas las...