31 de mayo de 2013


Instintos de entretiempo.
Disparar señales a quemarropa.
Saludar ese ápice de arrepentimiento fingido. 
Inventarse caricias que rocen el viento.

Introducirnos en el epicentro de la canción y deshacernos.
Emociones que nos aventajan.
Fabricantes de comisuras en mis labios.
Pintar sabores en tu sonrisa, y después borrarlos. 

Cortinas que suspiran rencorosas.
Se bañan en la intimidad coloreando el aire.
Ronquidos que demuestran nuestra historia.
Alejarnos de un mundo aparte. 

Símbolos creados para despistar. 
Y yo aquí, bebiendo sonidos mezclados con el vino.
Síntomas de una irritabilidad bipolar.
Silencios que se dan a la fuga a pesar del frío.

Rodeados de una sensualidad efímera,
seguimos contando las paredes que acorralan tu envoltura.
Despertares ambiciosos, maravillados, somnolientos. 
Y nosotros creados para crear, nos entretenemos con instintos de entretiempo. 

28 de mayo de 2013


Nos esperaré.

En aquella esquina imaginaria que utilizábamos de coartada,
en el grito de la cucharilla removiendo el café de las mañanas,
en los gemidos que tu sonrisa ensayaba. 

En el minuto veinte de esa canción, 
esa que paralizaba nuestro aliento, me callaba.
En la encimera de tu espalda, allí también nos esperaré.

En los pedazos de ilusión y esperanza,
y en nuestros desafíos bajo las sábanas.
En el edén que regalabas cada vez que me mirabas.

En el azul por el que observabas,
en la magia desperdiciada en cada caricia, pues nos sobraba.
En las promesas consentidas, esas que no se marcharían. 

En la historia escondida jamás contada, nadie lo entendería,
pues eras todo lo que pretendía.

Nos esperaré en el vacío que dejamos,
en las ganas de soñar pegados,
y susurrarte cuanto había codiciado tenerte aquí a mi lado.

En la mirada en la que todo nació, 
y en aquella estación donde la distancia nos agotó. 

Nos esperaré. 

26 de mayo de 2013


        El  reloj coloreaba las dos de la madrugada. Una noche fría y sin escrúpulos rodeaba cualquier pizca de esperanza que en ese momento pudiera atreverse a gritar.
No era un día cualquiera, era aquel día en que todo cambiaría, o al menos esa era la idea que no dejaba de nadar a la deriva por una mente cansada de rendirse.
El mundo tal y como lo conocía había abandonado el color, observándose a sí misma como una silueta teñida de blanco y negro, hasta su propia sonrisa perdía color.

        No podía imaginarse aquello, una distancia le había arrebatado todo cuanto ansiaba tener. Y sentada en las escaleras que, por sí solas hablaban de soledad, comenzaba a mendigar migajas de felicidad, sabiendo que nadie más podría regalarle ningún ápice sentimental de su realidad.

La piel no rozaba la misma piel que meses antes conseguían hacerle estremecer, y su vida había quedado reducida al recuerdo de una idea que tal vez ella misma hubiera creado. Extrañaba el tacto de sus manos cada vez que apartaba el pelo de su cara, la cera de aquella vela posada sobre la mesilla de noche que, derritiéndose en sí misma, escuchaba gemidos de felicidad cada día.
Añoraba esas tardes en las que hubiera jurado que el tiempo quedaba paralizado como ayudándolos a seguir viviendo, como si la vida desde ahí arriba, envidiosa por lo ocurrido y rendida por ella misma, decidiera apoyarles para así convertirse en lo que jamás llegaron a ser, uno.
No podría concebir que algo pudiese cambiar, pero no le quedó más remedio que huir de aquel lugar, y esta era la noche que le recordaría todo lo ocurrido.

        Decidió marcharse lejos, y tragarse la carretera hasta llegar a saciarse. Hoy tocaba cenar en aquel bar de carretera, un bar que podía reflejar en su triste fachada oscura el rostro que habían formado sus propias palabras.

       Esta vez no había llevado consigo ese libro viejo sino un cuaderno vacío y un bolígrafo. Parecía decidida a escribir pues sentía la necesidad de contar su propia historia, y que las mismas palabras escritas en ese papel reciclado volaran hasta encontrar el mejor destinatario, pues siempre había creído que las letras colocadas de una manera estratégica podían adoptar forma física, tal vez de un tamaño minúsculo, quizás esas palabras se convertirían en lo que un tiempo después sería ella misma. Esta era la razón por la que aquella noche todo cambiaría, en ese instante su vida empezaría a cobrar mas colores además del gris oscuro. Comenzaba una etapa en la que, viviendo por ella y para ella, olvidó que existían mas personas en este lugar que llaman mundo.

      Se convirtió en una vagabunda de las palabras, ella misma se esclavizaba leyendo hasta enloquecer, pues conocía tantas historias que no era capaz de distinguir entre realidad y fantasía, quizás creía que solo existía una única realidad en la que se incluían todas las historias contadas, escritas y además su propia realidad, que no era más que un conjunto de ideas que escribía cada noche en ese cuaderno viejo, era como si la magia se apoderase de su mente convirtiéndose en todo aquello que escribía sobre la mesa de aquel bar de carretera.
Si todos nacemos con una misión, la suya claramente era vivir esclava de las letras, sus propias letras, historias dotadas de una increíble personalidad que algún día tendrían que volar solas buscando algún lector, pues no podían existir para estar plasmadas en un papel, merecían ser leídas por alguien, aunque nunca encontrarían a nadie que las pudiese amar tanto que su creadora. Porque quién sino las había regalado ese toque mágico que las dotaba de vida. Palabras que pensaban por sí solas. Y estaba dispuesta a no existir para nadie más que para ellas, para crear historias y así crear mas vida. Nunca escribía historias tristes, solo creaba finales felices que no eran más que el principio de historias mágicas. También vivía con la esperanza de poder protagonizar alguna de ellas, algún día.
Pero “algún día” suena demasiado lejano, y así fue.

        Estaba segura de que había nacido para ello, y pensaba que el sentido de su vida estaba en escribir aunque no hubiese nadie a quien contar todas esas historias, pero en algún momento tendría que volver a sentarse en esa mesa de aquel bar y pensar que todo iba a cambiar. Y entonces comenzaron esas voces cautivadoras que pintaban sus páginas de vivos y alegres colores, pues el mundo estaba cambiando, y a pesar de que ella se encerraba en sí misma hasta el punto de llegar a deshacerse no podía mantenerse entera ante este acontecimiento que ella misma sabía que ocurriría, aunque no tan pronto. 

16 de mayo de 2013

          A lo mejor se sentía de esa manera debido a ese cambio repentino que tantas veces había evitado, sin darse cuenta de que cuanto más lo evitara mas posibilidades tenia de que le ocurriera, pero aun así cegada en un inexistente abanico de intensas ilusiones se dispuso a caminar sin mirar atrás, colocando su pasado en una bandeja escondida tras un rincón que ni ella misma pudiese mirar, porque le aterraba observar como su vida había cambiado cogiendo forma de una bola que arrastra todo cuanto roza, como si fuera algo malo, como si le doliera.

           No aceptaba la idea de integrarse dentro de ese conjunto de reflexiones gracias a las cuales ella se había convertido en lo hoy es, quizás su aprensión se la llevaba el hecho de crecer, su desconfianza hacia ser adulta y tener que enfrentarse a todo aquello que la vida te envía en forma de muro que exige que saltes por encima, puede que en algún momento de su vida no fuera capaz de saltar uno y no le quedo otra que permanecer en ese lugar, una especie de intermediario, un lugar en la vida que dura esas décimas de segundo que tardamos en decidir cualquier cosa, porque el momento de decidir aunque parezca eterno, no dura mas de un segundo, y es uno de lo momentos mas difíciles y seductores al mismo tiempo. 
           Y aterrorizada, salpicándose de un fresca esperanza que ella misma fabricó, ya que era la única solución para salir de allí, tomó una postura cómoda como si quisiera descansar, y nadie entendía por que después de tanto tiempo atrapada en aquel lugar, fuera a tumbarse en lugar de intentar huir. 

          Abandonó la idea de superar ese muro, y con su mundo en mano se entretuvo jugando con sus sueños, pues llevaba años sin soñar, pero fue justo cuando sus ojos, rendidos de la espera, cayeron y empezaron a soñar, cuando ella despertó en el mundo que según ella era el real, preguntándose si todo ese sufrimiento y cárcel había sido solo un sueño, confusa abrió los ojos rodeada de varias personas metidas en batas blancas que no hacían más que revisar que estuviera bien, y ella posada en una cama les observaba llorando de la alegría, porque al fin despertaba, pues llevaba varios años en un coma del que parecía mas que improbable que despertara, así se lo explicaron sus familiares y amigos, y desorientada, perpleja por lo ocurrido, escuchó una voz que provenía de su cabeza pero que desconocía, diciéndole, "me alegro de que saltaras, era la única forma de que despertaras, no te podías quedar una vida encerrada en un problema sin resolver, sin superar, pero lo has hecho, has avanzado y por eso has despertado. Bienvenida al mundo".

13 de mayo de 2013


             

          Quisiera tener entre mis dedos ese punto de sugestión en el que pueda vivir realmente pero de manera falsa mi propia realidad.

          - ¿Tu realidad?, ¿acaso no te basta con el mundo que los hombres han construido para ti?


          (Respiro tranquila y bostezó, la noche anterior la había pasado leyendo una novela que no era capaz de comprender).

       
          - Es que a mí me gustan los libros que no pueda entender, de esta manera puedo sorprender a quien yo quiera contando historias que nadie comprenda. Me gusta que no me comprendan, me hace sentir dentro de una burbuja de soledad que me resulta muy agradable...
          - ¿Piensas pasarte la vida dentro de dicha burbuja?
          - No lo se, a ti no te importa. (Contestando con un genuino desprecio que dejó a su conciencia pensativa buscando una pregunta que hacerle, se quedó sin palabras y sumida en una enorme impotencia por mostrarle quizás esa parte que ocultada durante años ya era capaz de despegar del suelo.
          - Prefiero que no me hables más, no quiero depender de ti, ni de tus consejos.
          - Pero soy su conciencia, jamás podrás separarte de mi, es imposible.
          - Si que hay una forma.


          ( Y convirtiéndose la habitación en un mar de sangre se desvaneció mientras tarareaba esa parte de aquella canción de Yann Tiersen que tanto le había acompañado en sus momentos de soledad, claro que, nadie nunca lo entendió).

9 de mayo de 2013

          Si te preguntas qué hacer, no sabes que camino escoger, puedes dudarlo por que estás empezando a enloquecer, el permiso resulta un martirio y tu esperando a que ocurra, quizás no tengas mas oportunidades pero optas por la amargura del no saber, pero entonces te dan la posibilidad de acabar con la mentira y piensas que no va a suceder, aguantas la mirada e imaginas la esquina, aquella donde todo empezó, donde el quiso arrimarse otra vez.

4 de mayo de 2013

          Indicios de un desconocido y espontáneo sabor que aparece difuminado por miedo a dejarse ver del todo, debido a un odio generalizado por mantenerse en pie, en posición de seguir adelante.
          Y eso es justo lo que le detiene, ese presentimiento repentino es capaz de provocar fugas microscópicas, son las únicas que le pueden decir "basta", pero en realidad no quiere sentirlas, desea fundirse con ellas y llegar a un punto de unión en el que no haga falta moverse de su silla para viajar a ese lugar que tanto añora, - cosa que me extraña sobremanera teniendo en cuenta que jamás ha estado allí. 
          Pero quizás ha ansiado tanto moverse de aquel lugar que no hacía más que colocar muros ante sus ojos impidiéndole el paso hacia su gran objetivo, que la fuerza en la que siempre ha creído profundamente ha sido capaz de darle la oportunidad de salir de allí y de darle cobijo en un lugar realmente maravilloso, la imaginación.
          Porque quizás ese deseo se volvió tan fuerte que incluso la propia magia quiso encargarse personalmente de que lo consiguiera. 
          No era necesario mas que una dosis de ganas, sueños y deseos batidos hasta formar una masa espesa que actuando envidiosa de las arenas movedizas es capaz de ahogarnos en un sueño profundo, sueño del que nadie ha conseguido despertar.

          Ese era su deseo, sumergirse en dicha nube mágica que la separara del resto de humanidad, porque las ideas que la asaltaban continuamente a lo largo de su vida no dejaban de mencionar palabras como soledad, pero hablando de ella en el sentido mas positivo, como si hubiera nacido para estar solo, como si debiese cambiar unas pequeñas migajas del mundo y de ahí la razón por la cual la vida le había dotado de una infinita intolerancia e inconformidad por la sociedad. 
          Quizás esa era la única excusa para quedarse en aquel lugar del que siempre había intentado escapar, o quizás no existía ninguna excusa, simplemente ese presentimiento que le provoca tantas fugas era el que le advertía que debía quedarse y saltar esos altos muros que la vida colocaba a su paso.  

          Y que os puedo decir de su decisión final, o mejor dicho mi decisión, porque quién mejor que yo para contar parte de mi gran historia, nadie sería capaz de plasmarla realmente como es:
          
          Decidí olvidarme de esos muros que amenazaban una felicidad que sólo podría conseguir dentro de un mundo creado en mi imaginación, viajé hasta ese lugar en el que ahora mismo me encuentro dopado de sensaciones inimaginables, perversamente llamativas y ante todo agradables. 
          Un lugar en el que no entiendo el significado de soledad por que me tengo a mí mismo y parece ser que me sobra vivir conmigo y mis pensamientos e ideas y os aseguro que no hay sensación que pueda mejorar lo que siento yo dentro.

2 de mayo de 2013

          Cuan profundo es esto de independizar los sentimientos, introducirlos en una caja apartada de nuestra mente como si así pudiéramos conseguir sacarlos de nosotros, y hacer como si no fueran nuestros.
          Eso tratamos de hacer continuamente, llevar una vida de auto engaño en la que dejamos pasar a nuestro círculo mental conocido pensamientos y emociones que controlamos, pero el resto las apartamos por miedo a que puedan controlarnos a nosotros. 
          No podemos eliminar de nuestra vida emociones que nos hacen sentir incómodos, pero podríamos enviar las mismas a algún lugar que no conozca nadie mas que nosotros, un sitio en el que poder arrojarlas sin miedo a que nos desestabilicen y así conseguir sentirse pleno.
       
          Actuamos únicamente de acuerdo a una cosa, el miedo, el miedo a las consecuencias, cuando quizás esas consecuencias ya estén escritas desde hace mas tiempo. Pero ¿es posible que independizar esos sentimientos y emociones sea una conducta derivada del miedo?
       
          Quizás haya llegado un momento en la vida en la que sea prácticamente imposible no separar razón y sentimientos, cuando somos niños no somos capaces de separar ambas partes y las unimos hasta tal punto que actuamos y tomamos decisiones de la manera mas pura, pero crecemos, maduramos y el miedo cada día esta mas incrustado en esos pensamientos y nos echa encima una cadena de pensamientos rumiantes que acaban con nosotros, pensamientos que ocupan un peso muerto en nuestra cabeza. 

          Por esa razón debemos tomarnos el miedo como algo bueno, algo que nos advierte de un peligro cercano, y saber siempre que si sentimos miedo es por que ese algo nos importa demasiado. Tanto que nos asustamos.

Y hacía mucho tiempo que, pero vuelvo a estar, y he aprendido una nueva forma de mirar el mundo en todo este tiempo que a pesar de todas las...